Momentos …

Un punto de inflexión donde tu vida empieza a cobrar sentido pasa por la necesidad de quietud, guardar silencio, estar solo, o en todo caso, evitar eventos sociales. Este llamado a la quietud es un indicio de que necesitas conectar contigo para seguir avanzando.

Muchas veces se asocia la necesidad de soledad con la depresión, esto, muchas veces, crea un juicio que nos pone en contradicción con lo que sentimos. La depresión es un estado de ánimo que, si se prolonga en el tiempo, puede perjudicarnos mental y físicamente. La necesidad de soledad y quietud, si se acepta como proceso de conexión, puede potenciar nuestra inteligencia y creatividad.

En estos momentos debemos escucharnos y ser capaces de sostenerlos el tiempo que sea necesario. Sin embargo, esto no impide que cumplamos con nuestros compromisos, sea trabajo, familia, etc. Si no que nos demos los espacios que necesitamos para recargarnos y despejarnos, que abracemos estos momentos con agrado y aceptación sabiendo que forman parte de un proceso de expansión.

Utilicemos estos momentos para crear nuestros “rituales de recarga”, encender una vela, escuchar la música que nos gusta, disfrutar de nuestra película favorita, leer un poema, caminar por la naturaleza, dormir una siesta, cocinar nuestro postre preferido… en fin, no hay límites para las maneras de encontrarnos con nosotros mismos.

No es necesario que vayamos al Tíbet, o meditemos en un templo sagrado durante horas, que pasemos una semana sin ir al trabajo o que no hablemos con nadie en absoluto. La clave es la forma en que nos planteemos esta llamada a la reflexión y conexión.  Podemos tomarla como una tendencia depresiva o como una oportunidad de vislumbrar nuevas y misteriosas posibilidades.

Feliz semana