GRACIAS

Es verdad que está muy hablado el efecto del agradecimiento en la vida. Sin embargo, cuando sentimos la necesidad de hacerlo, es necesario expresarlo. Todos tenemos cosas en nuestra vida por las que nos sentimos agradecidos, sin embargo, no nos tomamos el tiempo de sentirlo y mucho menos de expresarlo, a si sea para nosotros mismos.

Cuando me invade esa sensación tan sutil pero avasallante de que estoy donde quiero estar, no puedo hacer otra cosa que agradecer. Una de las claves del agradecimiento es el sentimiento de satisfacción de que estás haciendo lo mejor independientemente de los resultados. Pensar que solo se agradece cuando las cosas salen bien, es una visión equivocada de lo que en realidad significa la gratitud.

La gratitud se mide muchas veces en función del esfuerzo hecho, el enfoque y la determinación en la vida, no por los resultados. Seguramente muchas veces has sentido esa sensación de que todo ha valido la pena a pesar de los obstáculos y las preocupaciones. Y sobre todo a pesar de las pérdidas, también hay que agradecer las pérdidas, no hay transformación y evolución sin pérdida y ésta también es dignas de gratitud. Bien sea por lo que perdemos nos aportó en su momento, por dejar el espacio para que algo nuevo aparezca en nuestras vidas o por permitirnos quitarnos un peso de encima.

Las pérdidas se convierten en ganancias desde el momento en que sentimos que hemos superado nuestras propias expectativas, que nos hemos elevado a otro nivel y que logramos lo que alguna vez pensamos que era imposible para nosotros.

Cuando sentimos que los obstáculos superados han sacado lo mejor de nosotros y nos invade una sensación de satisfacción que deriva en gratitud, por la vida, por nosotros y por el logro, porque fuimos capaces. A pesar del miedo, la culpa y a veces la necesidad, seguimos adelante y llegamos hasta donde pensábamos que no podíamos. Entonces ha valido la pena.

Ese momento en que damos GRACIAS

Feliz semana