Cuando el miedo asoma, hay que preparase

Noviembre 2021

En muchas ocasiones en situaciones difíciles me he encontrado paralizada por el miedo, y descubrí que las limitaciones son las que disparan el miedo en mí. En estos días, he estado gestionando la venta de un apartamento que tenemos en el extranjero.

Debido a esto, prácticamente todas las gestiones son desconocidas para mí, ya que no se manejan las negociaciones de la misma forma en la que habitualmente se realizan en mi país.

Tanto los pasos a seguir, como la forma de ejecutarlos se han convertido para mí, en un reto. Además, la desconfianza que me produce el carácter virtual de muchos de los procesos es también un detonante del miedo.

A lo largo del proceso, pude darme cuenta de lo que me produce el tener que confiar en un desconocido. Cada una de las palabras de los asesores, diciendo que eran procesos cotidianos y necesarios para la venta me activaban un dialogo interno que me alertaba ante una posible estafa.

Luego de comenzar a observar mi estrategia para el miedo, como le llamé después de descubrirla. Pude entender como funcionaba, se me presentaba una situación para la que no estaba del todo preparada, la limitación del idioma, en este caso, y de toda la legalidad de la negociación, los impuestos y los procesos con el banco, me producían pánico.

En un principio pensé, que se trataba del idioma y esto no me permitía ni siquiera leer los formularios y las condiciones. Pero más allá de esa limitación era el miedo el que no me permitía ver que solo tenía que prepárame para la negociación.

Comencé leyendo los formularios y anotando lo que no entendía, en general, términos técnicos y legales que yo no manejaba. Por otro lado, conseguí conversar con uno de los asesores que me explicara, en español, los términos de la negociación, de manera de validar si lo había entendido bien.

Entonces apareció la desconfianza que me ponía a la defensiva a todo lo que no entendía. Mi dialogo interno de decía que me estaban tratando de engañar, así que converse con mi yerno y mi consuegra sobre la forma en que ellos hicieron sus negociaciones y cada uno, aun cuando se encontraban en otro estado, me explico paso a paso lo que habían tenido que hacer. De esta manera logre entender las cosas mas claramente e ir validando lo que los asesores inmobiliarios me indicaban.

Finalmente, la firma requería notariarse y validarse, yo me encontraba en otro estado y mi esposo en otro país, de manera que había que firmar contratos de manera online y realizar poderes que me permitieran hacer la negociación sin la presencia de mi esposo y en otro estado. Todo esto requería que confiara en los procesos ya que debía autorizar a los asesores a realizar los trámites por mí, nunca había realizado firmas online y debía además notariar los documentos firmados para enviarlos al contador y los asesores.

Conversé con una amiga interprete, quien me explico que los procesos de notaria, en este país, se realzaban en cualquier lugar donde estuviera una persona autorizada, podía ser un banco o incluso una agencia de envíos, que no existía una institución como “notaría”, a lo que yo estaba acostumbrada.

Así que finalmente, fui a una agencia cercana de envíos y un señor muy amable que atendía en el mostrador, firmó los documentos, los copio y me los envió a mi correo electrónico, y desde allí, los envié en físico a los asesores y al contador, quedándome yo con una copia original.

Lo que quiero transmitir con esta historia es que el miedo cumple una función, que a veces no entendemos, en nuestro afán de ser felices tratamos de erradicarlo como si fuera una peste. Sin embargo, nos alerta sobre algo que representa un peligro, algo desconocido para lo cual no tenemos recursos suficientes.

El camino para superar el miedo esta en prepararse, definitivamente y en todos los aspectos de nuestra vida. Hacerlo a pesar del miedo no es suficiente, en necesario entender a lo que nos estamos enfrentando y buscar apoyo en quienes ya han pasado por procesos similares. No es necesario que lo sepamos todo, es necesario que desarrollemos nuevas habilidades.

Desde esta perspectiva el miedo nos invita a ampliar nuestro mundo, a probarnos a nosotros mismos, nos lleva a limites desconocidos que a su vez nos hace más fuertes y sabios. Si tomamos el miedo como limitante sin entender el mensaje que nos trae, nos paralizamos, y convertimos una situación perfectamente gestionable, en un trauma.

No quiero decir con esto, que ahora me voy a dedicar a bienes raíces, pero si que me siento mucho mas segura de poder hacer frente a este tipo de negociaciones. Además de permitirnos buscar información y ayuda para entender la situación que nos atemoriza es importante aprender a reconocer que “no sabemos hacerlo” sin temor, ante nosotros y ante otros.

No saber es un derecho de todo ser humano, todos somos ignorantes en alguna cosa. Al reconocer la falta de información, nos permitimos buscar las respuestas que necesitamos y al mismo tiempo controlar el miedo que asoma cuando nos acontece algo que nunca nos había sucedido.

Descifrar el mensaje del miedo es la clave.

Feliz semana