¿Qué sucede cuando en lugar de escapar, reprimirnos o expresarnos negativamente, reconocemos y aceptamos nuestros sentimientos sin juzgarlos?

Esto deriva en un estado de libertad interior, que permite que todas las funciones del cuerpo y los órganos tomen de nuevo la dirección a la normalidad y la salud. Hay un aumento inmediato en la potencia muscular. La visión mejora y nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos cambia para mejor. Nos sentimos felices, más cariñosos y más relajados.

Seguir adelante con el reto de dejar ir los sentimientos negativos, nos aporta salud y bienestar, no solo a nuestro cuerpo sino que impacta positivamente en todos los que tienen contacto con nosotros y en todo lo que hacemos.

Más allá de liberarnos de la negatividad, lo más importante es remplazar ese espacio con sentimientos positivos que nos eleven a un nivel de vibración más alto. El hecho de cambiar nuestro enfoque es lo que nos permite elevar nuestra energía y expandir nuestros pensamientos para lograr nuestra plenitud.

Evocar conscientemente experiencias agradables nos conecta con la grandeza que hay en nosotros y sin darnos cuenta comenzaremos a actuar desde nuestra grandeza. Y aunque antes pensamos que estábamos castigando a la otra persona manteniendo el resentimiento o cualquier otro sentimiento, ahora comprendemos que en realidad hemos estado suprimiendo el amor, pero no por el otro, sino “por nosotros mismos”.

Cuando conectamos con nuestra grandeza desarrollamos el coraje que necesitamos para vencer los obstáculos que la vida nos depone y trascender los problemas y las situaciones que nos limitan. Fortalecemos la voluntad al pasar a un nivel más elevado y conectamos con la aceptación de la humanidad de los demás y de nosotros mismos.

Con el incremento de la consciencia de quiénes realmente somos y el compromiso de elevarnos sobre lo negativo, viene la progresiva invulnerabilidad al dolor y al sufrimiento. Una vez que compasivamente aceptamos nuestra humanidad y la de los demás, ya no estamos sujetos a la ofensa o a lo que otros digan o hagan.

Pasar de un estado de negatividad a un estado de grandeza solo será posible con nuestro compromiso y voluntad de ser cada vez mejores, dejando de resistirnos a lo positivo que nos acompaña día a día y que la negatividad no nos permite apreciar; con la convicción de que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

Alech